La formación para la sostenibilidad tiene dos vertientes claras, la formación de profesionales cuyo campo profesional es de carácter ambiental (denominados comúnmente “empleos verdes”) y la formación a distintos profesionales para que incorporen la sostenibilidad a sus actividades, como factor de mejora de competitividad y oportunidad de reconvertir empleos (“enverdecer empleos”).

La situación de España con altas tasas de paro muestra entre otros aspectos, la necesidad de reconvertir o potenciar determinados empleos en otros de mayor valor añadido con el fin de colaborar en cambiar determinados modelos productivos que se muestran agotados. En este sentido, el sector ambiental se presenta con la capacidad de poder ofrecer soluciones y salidas productivas donde España juega en algunos campos un liderazgo contrastado, cuya potenciación permitirá desarrollar determinados campos que incorporen nuevos trabajadores.

Esta sesión técnica transmitió el valor de la formación cualificada (los costes de la formación deben considerarse como inversión para ampliar el espectro de oportunidades), la necesidad no sólo de generar profesionales en el campo ambiental, sino dotar de formación ambiental a distintos campos profesionales para aumentar su valor añadido y mejorar competitividad y productividad. Este es el caso, por ejemplo del sector constructivo que posee en la rehabilitación energética de viviendas un nicho de trabajo que puede permitir la reconversión de parte de los empleos perdidos en los últimos años.

También, se debatió sobre las necesidades actuales del sector empresarial, como la capacidad de internacionalización de las empresas en un mercado global, o el desarrollo de capacidades de emprendimiento, tanto fuera como dentro de las estructuras empresariales, entre otras necesidades. Un informe de la UE (Green skills and environmental awareness in vocational education and training, 2012) precisamente señala la dificultad de los empresarios europeos para influir en las nuevas titulaciones en Europa

Finalmente, también se reflexionó sobre la importancia de la formación ambiental en las administraciones públicas locales, tanto para mejorar y facilitar la implantación de empresas y emprendedores en sus territorios, optimizar la gestión municipal, como generar oportunidades en la promoción económica de dichos territorios, aprovechando de manera sostenible, los recursos naturales existentes.