Con motivo de la Semana de la movilidad 2012 el Ayuntamiento de Madrid realizó una intervención low-cost de calmado de tráfico. La calle La Palma, en Malasaña, se transformó en una vía dedicada al peatón. Del 16 al 22 de septiembre se cortó al tráfico los tramos entre Fuencarral y Corredera Alta de San Pablo y entre las calles Norte y San Bernardo, sin comprometer el paso de emergencias, carga y descarga y acceso a garajes.
Algunas de las plazas de aparcamiento se transformaron en espacios para el peatón, devolviéndole todo el protagonismo en detrimento del coche. Comercios de la zona y vecinos convirtieron la calle en un espacio de convivencia.