El turismo masivo se ha desarrollado sin contar con los recursos de paisaje, a pesar de que como actividad de servicios depende de forma indiscutible de él. Además, ha sido el motor principal de creación de paisajes importados de otros contextos culturales y climáticos o, de generación de soportes banales de las arquitecturas de turismo en sustitución de los sistemas dunares y humedales existentes valorados como no aptos. A la vez, la colocación de desarrollos importantes en primera línea de mar no sólo ha destruido los ecosistemas fronterizos sino además ha obstruido, a veces de forma irreversible, los drenajes territoriales. No obstante, durante los últimos años, periodo que coincide con la manifestación de mejorar los destinos turísticos, especialmente aquellos que están en declive desde un proyecto de mejora ambiental y paisajística, ha habido planes pioneros que han puesto énfasis en el crecimiento equilibrado del territorio y han ofrecido instrumentos pertinentes para su reestructuración ambiental y geográfica.
La comunicación reconoce el valor de estas iniciativas y las presenta de forma crítica desde el punto de vista de su aportación en relación a la recuperación de los principales ecosistemas deteriorados y de su capacidad de recomponer la estructura geográfica en su totalidad. Sin embargo, sostiene que todavía hay que avanzar en la dirección del proyecto de los paisajes en cuestión como soporte indiscutible de un proyecto turístico de calidad. Éste se basaría en la integración y potenciación de los recursos hídricos, sobre todo los humedales y también las rieras y torrentes, que conectan las zonas de pendiente con las llanuras y los cursos fluviales recuperando, así la funcionalidad ecológica de los cursos de agua y dotando al proyecto turístico de la segunda costa de 'nuevas' narrativas de agua como un escenario alternativo al turismo de sol y playa.
El objetivo de la comunicación es explorar el potencial de la revelación de trazas ocultas, olvidadas, interrumpidas o perdidas del sistema hídrico complejo de estos dos ámbitos fronterizos, que aquí se denominan segunda costa, como una frontera entre paisajes valorados, el de la costa y de los parques naturales. Esta frontera es un área ocupada por una agricultura en recesión y que se ha ido fragmentando por actividades turísticas dispersas y por la segunda residencia.
Se discuten dos casos de estudio: el paisaje de frontera entre el parque natural de Cabo de Creus en el Alto Ampurdán, y el paisaje de los Aspres entre el macizo del Montgrí y la plana del Ter en el Bajo Ampurdán. La comunicación está estructurada en tres partes: la primera introduce el concepto de la segunda costa en relación a un proyecto turístico de gestión ambiental y paisajística sostenible, describe su dimensión física y versa sobre sus implicaciones proyectuales en términos de innovación en productos turísticos. La segunda se centra en la descripción de los dos casos de estudio, su geografía, funcionalidad ambiental, fragilidades y potenciales paisajísticos; finalmente, la tercera apunta a unas líneas de trabajo que derivan del planeamiento más innovador, territorial y municipal, en los territorios en cuestión. Esta línea de trabajo propone evaluar el potencial del proyecto paisajístico como continuidad lógica del planeamiento vigente para lograr el objetivo de reestructuración del paisaje olvidado de agua como alternativa para un turismo respetuoso con la identidad paisajística y complejo ambientalmente.