El sector de los films y láminas para embalaje flexible representa un porcentaje considerable dentro de la industria de transformación de materiales plásticos. Los materiales plásticos comprenden un 35% del total de materiales utilizados en aplicaciones de envase y embalaje; las ventajas frente a otros materiales como metal, vidrio o papel: buenas propiedades de resistencia mecánica, bajo peso, buenas propiedades barrera y capacidad de sellado, versatilidad de procesado y libertad de diseño en múltiples formatos, bajo coste y posibilidad reciclado.
El sector de transformadores de plástico se enfrenta a un escenario caracterizado por un incremento en el precio de las materias debido a fluctuaciones en precio crudo (la materia prima supone un 60% del coste total del producto), costes de energía y mano de obra. Otro condicionantes vienen marcados por el cumplimiento de una normativa cada vez más restrictiva referente a los materiales plásticos que pueden utilizarse en aplicaciones en contacto con alimentos. Por otro lado, se exige a los procesadores que actúen como actores principales en los sistemas de gestión de los residuos generados, de modo que puedan contribuir a alcanzar los objetivos de los planes de prevención de residuos de envases.
Para los transformadores resulta determinante implementar en sus empresas sistemas de recuperación que permitan reciclar los restos de recortes, refilos o descartes (que pueden suponer entre 10 y 20% de la producción) como materia prima que puede reprocesarse junto con la resina virgen.
No obstante, cuando se trata de reciclar restos de films impresos y laminados, las tintas empleadas en las tecnologías convencionales de impresión por flexografía o huecograbado colorean el material reprocesado, limitando su reutilización para la aplicación original. De este modo su reutilización queda relegada a productos de bajo valor añadido, fundamentalmente bolsas de basura, tuberías de irrigación, piezas de mobiliario urbano, etc. Ello es debido a que la granza obtenida presenta una coloración muy oscura debido a la mezclas de tintas presentes, lo que imposibilita su reutilización para extruir films transparentes. Por otra parte, las tintas y adhesivos basados en compuestos orgánicos pueden descomponerse generando gases y vapores que dan lugar a un regranulado de mala calidad y a un material resultante con menores propiedades mecánicas.
Dado el considerable volumen de residuos de materiales plásticos impresos y laminados que se generan en los embalajes ligeros (sacos, bolsas, tubos, bandejas, contenedores, etc.) se han propuesto diferentes procesos físico-químicos para reciclar este tipo de materiales de forma que puedan eliminarse la fracción de tintas, adhesivos y otros contaminantes y ser de este modo susceptibles de ser utilizados para aplicaciones de mayor valor añadido. Generalmente este tipo de procesos contemplan varias etapas de trituración, prelavados, extracción, etc. que requieren consumos considerables de energía, generan residuos como fangos contaminantes e implican la gestión de solventes con problemas medioambientales relativos a las emisiones de COVs. Por todo ello, su implementación a nivel industrial se ve frenada por su limitada viabilidad económica.
Con el objetivo de promover tecnologías alternativas que permitan incrementar la capacidad de reciclado de films y envases ligeros impresos, el Instituto Tecnológico del Plástico AIMPLAS ha desarrollado un sistema de reciclado que pretende eliminar y compatibilizar la fracción de tintas y adhesivos presente en los films impresos, de modo que pueda obtenerse un material reciclado que mantenga las propiedades requeridas para ser transformado nuevamente en films destinados a la aplicación original. Se trata por tanto de un sistema de gestión de ciclo cerrado que posibilitaría que las propias empresas generadoras de los residuos volvieran a reutilizar los compuestos reciclados para la misma aplicación.
La tecnología propuesta en el proyecto se basa en un proceso continuo de extrusión en diferentes etapas que combina un sistema de inyección de CO2 en condiciones supercríticas con avanzados sistemas de filtración de micropartículas y dispersión intensiva. Los resultados logrados han permitido obtener un material reciclado con una significativa reducción del contenido en compuestos orgánicos volátiles (COVs), menor olor y coloración más tenue y con una alta calidad que permite la aplicacibilidad del mismo.