Desechar en el vertedero los plásticos no es una opción sostenible de gestión de residuos, ya que se desaprovecha el potencial intrínseco de los plásticos y se refuerza la percepción de que son materiales con poco valor una vez que ha concluido su vida útil.
PlasticsEurope quiere compartir dentro del marco de CONAMA el objetivo estratégico que se ha marcado de que para el año 2020, ningún plástico acabe en vertedero y aprovechar así al máximo su valor. Para conseguirlo, aboga tanto por el reciclaje de calidad de los plásticos como por su aprovechamiento energético en plantas eficientes de recuperación energética.
A día de hoy en España, el 23% de los residuos plásticos se recicla, el 17% se recupera energéticamente y el 60% restante acaba en los vertederos. Estos datos, aunque positivos, reflejan el camino que aún hemos de recorrer para alcanzar los niveles de recuperación que se dan en países europeos líderes en materia de protección ambiental y de gestión de residuos como Suiza, Alemania, Dinamarca o Austria.
Con esta Comunicación Escrita, daríamos a conocer la comparativa de la situación actual entre los distintos estados miembros de la UE, mostrando un resultado muy revelador: en aquellos países donde se aplican medidas legales o económicas para restringir la entrada a vertedero, o directamente prohibirlos como en el caso de Alemania, los índices de reciclaje y recuperación aumentan significativamente.
Mostraríamos diferentes iniciativas, entre ellas, la apuesta por la recuperación energética para demostrar que se puede alcanzar un nivel de aprovechamiento de los residuos plásticos superior al 95%. Este dato muestra el amplio margen de mejora que existe en España, donde, en comparación, aprovechamos el 40% siendo únicamente el 17% mediante recuperación energética. Además España es un país energéticamente deficitario y no estamos aprovechando, como en otros países, la energía que se puede obtener a partir de los residuos. Si lo hiciéramos, podríamos obtener el equivalente al 8% del consumo energético de nuestro país.
Sin medidas de este tipo, se seguirá optando por el vertedero como opción más barata de 'gestión de residuo' y no se explotarán otras alternativas mucho más sostenibles de verdadera gestión de residuos, como el reciclaje y la recuperación energética. Tampoco se incentivarán inversiones en esquemas e infraestructuras más modernas y eficientes de recogida y selección de residuos que creen valor añadido, ni se fomentará la creación de nuevos puestos de trabajo.