Hablamos con el vicealcalde de Río de Janeiro, Carlos Alberto Vieira Muniz, en quién ha recaído gran parte de la organización de la cumbre en esta ciudad. Como cuenta, mucho ha cambiado este Río con respecto a aquella urbe de hace 20 años donde se celebró la primera Cumbre de la Tierra. “Río de Janeiro es muy distinta, hoy tenemos una urbe pacificada, los militares no son ya importantes para la seguridad de la ciudad”, asegura este brasileño que estará en noviembre en Madrid para el Conama 2012. “Los cambios son muchos, pero lo que se ha consolidado también es la conciencia de que la sostenibilidad tiene que buscarse donde nosotros habitamos, las ciudades son piezas clave en la sostenibilidad”.

Sobre Río+20, todavía tiene esperanza. “Hoy nosotros tenemos una gran responsabilidad hacia el mundo, quizá no exista un grado de conciencia tan grande como nos gustaría, pero pueden salir compromisos importantes de acá. No creo que se llegue a acuerdos tan fundamentales como hace 20 años con el clima, por ejemplo, pero sí se pueden conseguir acuerdos puntuales, el saldo será positivo”.

Está claro que otra de las cuestiones que ha cambiado mucho desde aquella cumbre de 1992 es el reparto de poderes en el mundo. “Nosotros no podemos ignorar que estamos en una crisis muy amplia de los países que antes eran la referencia del desarrollo del capitalismo en el mundo, hoy hay una situación muy especial en Europa, Estados Unidos tampoco tiene la misma facilidad para actuar, pero al contrario, los países del BRIC (Brasil, Rusia, India y China) han logrado desarrollar el mercado interno de cada uno de sus países y están logrado reducir las diferencias entre las capas sociales”. “Brasil no puede esquivar la responsabilidad”, asegura, “las personas a menudo persiguen unos valores que son ficticios y han sido engendrados por la lógica del mercado”.


[Foto: protesta de la organización 350.org en la playa de Copacabana para que se ponga fin a los subsidios a los combustibles fósiles]