El sector de la biomasa genera 30 veces más empleo que el del carbón


Recomendaciones del grupo de trabajo para impulsar la biomasa en españa, un sector que puede generar 135 nuevos empleos sostenibles por cada 10.000 habitantes


El sector de la bioenergía puede generar 135 nuevos empleos sostenibles por cada 10.000 habitantes, frente a los 9 empleos que genera el uso de combustibles fósiles (según FAO y la Asociación Austriaca de Bioenergía). De todas las energías renovables, la biomasa es con diferencia la que mayor potencial de creación de empleo tiene. Esto es lo que asegura el informe del grupo de trabajo ‘Biomasa: bioenergía como fuente de empleo’ (GT10), coordinado por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales. Según los expertos, el tratamiento y mantenimiento de la biomasa para obtener energía renovable genera 60 veces más empleos que el sector del gas, 30 veces más que el del carbón y 10 veces más que el nuclear y además de forma competitiva por el menor coste de la biomasa sobre los combustibles fósiles.

Como incide este documento, si se dieran las condiciones que hicieran posible la inversión necesaria, es decir, dependiendo del grupo, la tecnología y la potencia- el erario público debería abonar una prima efectiva de 695,7 millones de euros, que reportarían al Estado retornos por valor del 767,8 millones de euros, de modo que con un balance positivo para las arcas públicas de 72 millones, habría durante 20 años un impacto positivo en el VAB (Valor añadido bruto) de 1.698 millones y se crearían 32.501 empleos al año, a lo que habría que sumar los efectos de la fase de operación y mantenimiento, que el estudio de la consultora AFI evalúa en 1.297 puestos de trabajo directos y 9.919 indirectos.

En este informe presentado en Conama 2012, el grupo de trabajo analiza el potencial de aprovechamiento de biomasa en España y realiza diversas recomendaciones para que este sector pueda crear las altas tasas de empleo que se estima que pueda generar. Para empezar, consideran que se deben reducir algunas trabas administrativas: “Según el documento ‘Burocracia en instalaciones de Bioenergía’ realizado por la Dirección General de Transportes y Energía de la Comisión Europea, en el que secomparan 130 casos reales de toda Europa, la instalación de una planta debiomasa en España requiere una media de 24 meses de trámites y de 5 a 7 permisos; las mismas condiciones que en Polonia y Grecia, sólo superadas en Bulgaria y Eslovaquia. En Alemania, sin embargo, la tramitación requiere 1 o 2 permisos y 17 meses de espera”.

Otro punto en el que inciden los expertos es en el de la externalización de los proyectos. Siempre según el informe, “la financiación de los bancos a los proyectos de generación eléctrica con biomasa depende de su viabilidad económica y, sobre todo, de la seguridad en el abastecimiento de la biomasa a largo plazo. Externalizar la gestión de la masa forestal durante el periodo de amortización (30-40 años) de la instalación puede aumentar la probabilidad de éxito de la misma”.

Según el informe, los biocombustibles sólidos y los equipos de combustión de biomasa contribuyen a la salud social: son locales, generan gran cantidad de empleos, reducen la dependencia energética del exterior y hacen más competitivas y menos vulnerables a las empresas que los utilizan. Son buenos para la sociedad. “¿Tiene sentido aplicar el mismo IVA a un combustible bueno, que a uno malo para la sociedad, simplemente porque hay uno que es el más fuerte, el más influyente y el que más beneficios genera?”, se preguntan los expertos en este documento. Lo cierto es que, como indican en el trabajo, mientras que en España este impuesto es del 18 %, en otros países europeos se aplica un IVA reducido a los biocombustibles sólidos. En Austria es del 10 %; en Alemania del 7 %; en Francia, del 6 %, y en el Reino Unido, del 5 %.

Otra de las medidas contempladas por el grupo de trabajo es una tasa de CO2. Según comentan, la tasa de CO2 para cualquier tipo de combustible fósil es una medida implementada con éxito en Suecia, Finlandia y otros países, ha supuesto el auténtico despegue de la biomasa y las energías renovables en cada uno de esos países. En Suecia se puso una tarifa de 20€/t, lográndose que empresas y particulares invirtieran más en aislamiento y energías renovables.

En cuanto a los recursos forestales, el informe recomienda incentivar el aprovechamiento de recursos deficitarios y marginales que no tengan mercado, o que en caso de tenerlo sus costes de puesta en valor sean superiores a los ingresos que se pueden obtener (por ejemplo: tratamiento silvícolas o sobrantes de procesos industriales). “Las ayudas, a fin de asegurar su eficacia, tendrían que ir dirigidas al propietario del recurso forestal o maderable (empresas, gestores o propietarios forestales) para que se faciliten las labores de ordenación y gestión de la superficie y las de extracción y gestión de los recursos, pudiendo así dar salida al mercado a productos, subproductos y residuos, que de otra manera no tendrían salida al mercado, afectando a la ordenación de los bosques o acabarían en el vertedero siendo un actividad económica perdida. Esto sería además una herramienta eficaz contra uno de los graves problemas asociados a monte español, los incendios, al tiempo que se crearía empleo y crecimiento en el mundo rural.

Entre las muchas recomendaciones que realiza, el documento también aconseja que se fomente la repoblación, regeneración y uso de cultivos energéticos, en terrenos de uso forestal desarbolados así como en tierras marginales y abandonadas. “La forma de determinar si una biomasa forestal procede de un cultivo energético, debe ser la existencia de un documento de planificación técnica en el que se determine desde el origen que el objetivo principal de la masa forestal es la producción energética y que se especifique de manera clara la vigencia del propio documento de planificación, la densidad de plantación y el turno corto de aprovechamiento y la articulación en el tiempo y en el espacio de las operaciones de aprovechamiento, cultivo, mantenimiento, desarrollo y defensa de dicha masa forestal para la consecución de este objetivo”.

En cuanto al marco regulatorio, el punto de partida actual es la baja disponibilidad de capital público para el apoyo a las inversiones, escasez de financiación privada para la ejecución de estas y un mercado eléctrico en situación de colapso por los compromisos adquiridos en muy diversas materias. Según los expertos, la situación obliga por tanto a buscar soluciones que permitan realizar las inversiones más rentables en volumen suficiente para movilizar el mercado y abaratar costes lo que a su vez permita nuevas inversiones. En el marco normativo esto obliga a crear seguridad jurídica, eliminar barreras, simplificar procedimientos y priorizar en los incentivos las tecnologías globalmente más rentables.

Descárgate aquí el informe completo del grupo de trabajo ‘Biomasa: bioenergía como fuente de empleo’, coordinado por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales (GT10)

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