Los inversores, los consultores, gestores y «brokers» que realizan los análisis bursátiles, la colocación de activos de inversión, etc. utilizan un gran número de indicadores e índices, cada vez más complejos, para evaluar las inversiones que realizan. En este sentido, han proliferado distintos índices de sostenibilidad de diferente naturaleza con distintos objetivos y mecanismos de evaluación.
Entre los más conocidos se encuentran: el Dow Jones Sustainability Indexes y el FTSE 4 Good, si bien existe una larga lista de índices tanto generales como sectoriales, como el Best In Class environemental and social performance de Storebrand Investments, Global 100 most sustainable Corporations In the World, Global Rountable on Climate Change, ESI - Ethibel Excellence Investment Register, ASPI Indexes (Advanced Sustainable Performance Indices), CDP. Carbon Disclosure Project, PRIME, Vigeo, etc.
El uso y desarrollo de este tipo de índices genera una serie de debates, tanto en el sector empresarial como en la propia ciudadanía, sobre qué informa realmente dichos índices, cómo se crean, cuáles son los criterios de inclusión de las empresas, ¿Se requiere un mayor rigor analítico?, qué problemas presentan, para quién sirven y cómo se usan, cómo informan estos índices a los inversores y realmente qué repercusión tienen a la hora de la toma de decisiones de compra y venta de valores, ¿son los índices de sostenibilidad productos para uso de expertos o sirve para informar a la ciudadanía o público en general?, ¿es conveniente divulgar los motivos de la inclusión o exclusión de una determinada empresa en un índice?,¿es necesario una mayor transparencia?, ¿participarían empresas que contengan índices totalmente transparente? ¿Qué pasaría con la confidencialidad? ¿Es necesaria una auditoria de dicho índices? ¿Son mas rentables las empresas incluidas en los índices de sostenibilidad que las que no lo están? etc. Este y otros debates son los que se abordaron en la presente sesión técnica.
|