España atesora una riqueza excepcional en biodiversidad, y es el país miembro de la Unión Europea con mayor relevancia en cuanto a presencia de hábitats y especies. A su vez, se encuentra en uno de los principales focos de biodiversidad del mundo, como es la cuenca del Mediterráneo, con un alto número de especies endémicas. Esta riqueza se explica porque todavía es posible encontrar en nuestro territorio grandes extensiones en estado natural o seminatural, gracias al manejo sostenible de las tierras y mares que tradicionalmente se ha hecho. Nuestro país presenta, por tanto, un enorme capital natural que debemos conservar como proveedor de servicios esenciales, y fuente de ingresos y generación de empleo de calidad.