La regulación del ciclo hídrico es el servicio ambiental, con más valor que prestan nuestras masas forestales mediterráneas de forma gratuita. Alrededor de 450 euros por ha y año. A pesar de ello, conseguir que parte de este beneficio retorne en forma de inversión a nuestras montes es algo que nuestra sociedad, en crisis, no es capaz de priorizar ni de asumir.

La comunicación incide en el óptimo aprovechamiento de las aguas pluviales en función de los intereses económicos del propietario, o de la Administración Pública con competencias sobre la propiedad. Estas aguas, de acuerdo con la Ley y el Código civil son de carácter privado. El incremento de su disponibilidad puede proporcionar una rentabilidad apreciable.

El clima mediterráneo es especialmente sensible a la toma de medidas eficaces en este sentido, debido a alguna de sus especiales características: Sequía estival, irregularidad climática,y máximas precipitaciones otoñales e invernales en la costa mediterránea...

Se contempla la posibilidad de una eficiencia en la captación y regulación de aguas pluviales superiores a un 10% de la precipitación total. En la península estaríamos hablando de 40 a 80 litros por metro cuadrado, o lo que es lo mismo de unos 600 metros cúbicos de media por ha. Su valor en mercado corresponde con rentas que oscilan entre 120 y 60 euros/ha, por lo que se convierten en la renta principal de la masa mediterránea. La optimización del balance hídrico justifica inversiones y actuaciones periódicas rentables para la propiedad, que generan empleo, riqueza y bienestar, motores necesarios de la actividad económica.