El modelo actual de desarrollo ha demostrado ser ineficiente en el uso de los recursos. El ochenta por ciento de los recursos mundiales están siendo consumidos por el 20 por ciento de la población mundial.

El crecimiento económico se asocia generalmente con un incremento en el uso de recursos. Los países desarrollados, con economías maduras y avanzadas tecnologías tienden a necesitar menos recursos naturales por unidad de crecimiento económico que los países que están todavía en las primeras etapas de desarrollo.

Gestionar los recursos de una manera sostenible tiene tres puntos diferentes de intervención: la extracción de recursos o importaciones, la producción y el consumo, y la gestión de residuos y emisiones. Una política basada en el uso y la gestión sostenibles de los recursos naturales debe conectar estos tres puntos de intervención, así como las importaciones y exportaciones de bienes y recursos. En una economía globalizada, las entradas de recursos y las salidas de residuos tienen efectos globales que deben ser tenidos en cuenta.

La industria de la recuperación y el reciclaje de papel constituye un modelo de gestión sostenible de los recursos, estando muy comprometida con la producción sostenible y la simbiosis industrial. La industria del papel lleva más de 600 años recuperando y reciclando papel. En los últimos veinte años, el papel recuperado se ha convertido en una materia prima secundaria estratégica, ya que en comparación con otros materiales, es fácil de reciclar.
El reciclaje de materias primas secundarias, como el papel y cartón recuperado, es un factor clave para la eficiencia en el uso de los recursos, ya que reduce el consumo de recursos naturales, lo que se traduce en un menor consumo energético, una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de las emisiones al agua y una reducción del volumen de residuos. Todo esto se traduce en un uso eficiente de los recursos y una mejora de los resultados económicos.