Actualmente, la cuarta parte de la población mundial no tiene acceso a ninguna fuente de energía eléctrica. El 80% de estas personas vive en zonas rurales, donde generalmente se concentra la pobreza, que es aún más elevada y severa en las comunidades indígenas.
En ese sentido, se prevé que el consumo de energía en los países en desarrollo crecerá a un ritmo promedio del 3% anual hasta el 2020, muy por encima del de los países industrializados, que lo hará a un ritmo 0,9% anual. En consecuencia, este aumento de la generación eléctrica representará alrededor de la mitad del incremento de la demanda mundial de energía, aumentando así mismo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Una alternativa viable consiste en apostar por la generación aislada basada en energías renovables, puesto que no sólo no requiere la construcción de grandes y costosas infraestructuras, sino que además, evita la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
En esa dirección, surge la idea del Programa EURO-SOLAR, que es una iniciativa pionera a nivel mundial de la Oficina de Cooperación de la Comisión Europea (EuropeAid), cuyo principal objetivo es promover las energías renovables como motor de desarrollo humano en los ocho países más desfavorecidos de América Latina (Bolivia, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú) mediante la instalación de 600 kits de producción de energía basados 100% en fuentes renovables (fotovoltaica/eólica).
Los beneficiarios finales se estiman en más de 300.000 personas de 600 comunidades rurales, que actualmente no tienen conexión a la red de suministro eléctrico.
En este momento, acaba de finalizar la etapa operativa del proyecto, tras cinco años de trabajo y una inversión de 36,4 millones de euros.
Es un buen momento para presentar resultados reales de la implantación del Programa EURO-SOLAR, y mostrar la proyección de futuro de proyectos de este tipo.
La web del Programa EURO-SOLAR es www.programaeuro-solar.eu