Los ecosistemas marinos y costeros se caracterizan por figurar entre los más productivos del mundo, por su elevado dinamismo y por encontrarse fuertemente conectados entre sí por una extensa red de corrientes superficiales y profundas. Resulta por tanto muy difícil prever los efectos que sobre el medio marino pueda ocasionar un determinado vector de presión, aún más si hablamos del efecto conjunto de varios vectores. Como ejemplo, los efectos de la subida del nivel del mar y la acidificación de los océanos son riesgos que aún no han podido ser evaluados con precisión. Para seguir complicándolo existe además una fuerte interrelación entre los ecosistemas marinos y terrestres.
Y a todo esto debemos añadir que la población y las principales actividades productivas del planeta se concentran en las zonas costeras, lo que ha derivado en una destrucción de ecosistemas de gran valor para la productividad de los océanos (corales, estuarios, humedales, manglares…).

Por todo ello, se considera fundamental responder al reto planteado mediante una planificación y gestión proactivas del medio marino y se pretende con este trabajo conocer las distintas respuestas dadas por el Estado Español y el Reino Unido, con el fin de constatar si efectivamente las respuestas se dirigen hacia una gobernanza del ámbito marino

Con este objetivo, se comentarán brevemente algunos aspectos conceptuales a tener en cuenta en la gestión del medio marino y se estudiarán los casos inglés y español mediante una metodología común que determinará en qué nivel de la gestión se han realizado los mayores esfuerzos y cuáles son las lecciones que podemos aprender. Se analizarán los mismos asuntos clave de gestión (políticas, estrategias, instrumentos…), permitiendo la comparación y la obtención de conclusiones.