Desde su creación, Cepesca ha demostrado una gran preocupación por todos los aspectos relacionados con la sostenibilidad de la actividad pesquera. Sostenibilidad entendida en el sentido más amplio de la definición, medioambiental, socioeconómica y alimentaria, es decir una actividad ligada al uso que los humanos hacemos de un ecosistema de forma que este produzca un beneficio continuo para las generaciones actuales siempre que se mantenga su potencial para satisfacer las necesidades y aspiraciones de las generaciones futuras.
El compromiso con la sostenibilidad medioambiental, social y económica se ha visto reflejado en las numerosas iniciativas. Conscientes de que sin recursos nuestra actividad se agota, la flota no sólo ha adoptado medidas de autogestión y autorregulación, yendo más allá que la legislación pesquera, como el establecimiento de cupos diarios de pesca, de tallas mínimas recomendadas o de horarios para los distintos segmentos de flota, sino que ha colaborado y acatado todas y cada una de las medidas de gestión, recuperación y control adoptadas por las administraciones comunitarias y nacionales y ha sido incluso abanderada de alguna de ellas, como la prohibición de capturas de dos especies vulnerables de tiburón.
Por otro lado, los resultados que se están obteniendo de algunos de los planes de recuperación en los que participa la flota española, como el de merluza, norte y sur, anchoa, cigala o fletán negro, están siendo positivos según las estimaciones de los científicos encargados de supervisar estos planes.
La adaptación a la normativa comunitaria por parte de la flota española desde su entrada en la Comunidad ha requerido un sacrificio y esfuerzo de los armadores y pescadores españoles, tanto de bajura como de altura, superior al llevado a cabo por cualquier otro país de la UE. Así desde 1986 la flota se ha reducido más de un 57%, quedándose por debajo de las 10.500 unidades operativas. Estas medidas han tenido un serio impacto en el empleo del sector, especialmente en las Regiones altamente dependientes de la pesca, pasando de los 128.000 tripulantes de 1997 a los 57.000 actuales.
La minimización de los descartes es una de las prioridades de Cepesca. Por ello participa en más de doce proyectos de investigación para la mejora de la selectividad y selección de los artes de pesca, el aprovechamiento de los recursos descartados, introducción en el mercado de nuevas especies descartables, aprovechamiento de subproductos o cebos ecológicos, entre otros.
Además, avanzamos en la eficiencia energética, reduciendo el consumo de energía y apostando por fuentes alternativas y renovables en toda la cadena de valor de la actividad pesquera, del barco a la mesa. Desde el sector se potencia la innovación desde el diseño de los buques a la optimización de sistemas de propulsión, reducción de emisiones y contaminantes y mejora de las condiciones de seguridad y habitabilidad a bordo de los pesqueros.
Por otro lado, la flota trabaja en nuevos diseños y desarrollos tecnológicos aplicados a las artes de pesca para lograr técnicas más selectivas que minimicen los descartes y ayuden a que la gestión de la pesca mantenga los hábitats marinos saludables, garantice poblaciones de peces estables y permita que la actividad pesquera sea rentable a largo plazo.