De todos es ya bien conocido que la sobreexplotación de nuestros recursos en uno de los principales problemas que acarrea la desaparición de gran número de especies tanto animales, como de plantas. Por ello, nosotros, que somos culpables de ello y a la vez, jueces del daño que se produce a la naturaleza, y al medio ambiente en general, debemos de tomar una serie de medidas para evitar que esto continúe. Esta participación activa del hombre en la conservación de la naturaleza se realiza por medio de la gestión y el manejo de los recursos naturales, con el fin de evitar la sobreexplotación del capital y la consecuente pérdida del recurso.
Es muy común que en los países europeos se tienda a la colocación de nidos artificiales para que las aves puedan anidar, ya sea para poderlas estudiar, para poder verlas más de cerca en el jardín, para proteger una especie en decadencia (muchas de estas…) o para la divulgación y educación ambiental. En este último aspecto lo que se pretende es comunicar muchos conceptos del estudio, así como defender y gestionar la naturaleza mediante las cajas nido, especialmente a niños y jóvenes que acaban de iniciarse en la observación de la naturaleza.
Con el principal fin de transmitir la visión de la conservación de la fauna como disciplina científica, se planteo esta actividad de educación ambiental en el colegio Tajamar para niños de primer ciclo de la ESO, consistente en un sencillo estudio de la biología reproductora de las aves, y el desarrollo a lo largo del tiempo de las mismas durante la primavera del 2012.
Con esta actividad, se buscaron los principales objetivos: Enseñar la biodiversidad de especies de aves; hacer conocer las condiciones ambientales que favorecen el desarrollo de dichas especies; conocer la morfología de las aves, y en general, provocar en los alumnos participes de la actividad una nueva visión de la naturaleza a través de su conocimiento. Una nueva perspectiva de adquirir una posición responsable hacia la problemática ambiental y la conservación de la misma.
La actividad didáctica fue muy bien acogida tanto por los alumnos, como por los docentes del colegio Tajamar y los resultados denotan el éxito de la misma. Los alumnos participaron activamente en dicho proyecto pudiendo observar 55 polluelos. Obtuvieron multitud de conocimientos y valores que podrán ser aplicados de manera continua a lo largo de su formación y actividades cotidianas.
Como todo buen proyecto de trabajo no debe quedar como algo puntual o anecdótico, sino que realmente sirva como puerta de entrada para dar a conocer a los alumnos una serie de conceptos, llegar a concienciarles de una serie de problemas ambientales e implicarles en su solución. Por ello, se plantea su continuidad para los años sucesivos.