Las palombières son un caso de arquitectura informal, en el sentido de oculta, no académica y en los márgenes. Inmersas en los últimos bosques de Europa su forma arquitectónica y sus ritos resisten a la aceleración del tiempo desde la Edad Media. Son fabulosas cabañas de caza elevadas sobre la copa de los árboles - sólo en el suroeste francés se levantan más de diez mil unidades-. Son habitats auto-construidos por cuerpos intuitivos que dejan su impronta en cada ensamblaje arquitectónico. Estas formas actúan como testimonios construidos del conflicto entre el hombre y el animal, de su mutuo desconocimiento y de su anhelo de contacto. La forma de su espacio es la resultante exacta de las acciones de esos cuerpos y de esos espíritus.

Esta investigación forma parte de un largo trabajo de campo sobre el territorio rural de la Aquitania francesa, es también un anhelo de que la arquitectura sea capaz de encontrar de nuevo una forma de trabajo en el seno de la revolución social. Este caso de estudio, hoy superviviente, viene a plantear el contraplano necesario para analizar cómo la expertización y los estándares en urbanismo y edificación han arrancado casi por completo a la arquitectura de su vínculo social y ritual, sin el cuál términos como 'desarrollo sostenible' resultan estériles. Trata también de encontrar algunos otros aliados en esta resistencia a la siniestra aceleración contemporánea, desde donde revisar conceptos como "memoria" o "patrimonio cultural global mundial".

El ensayo articula algunas claves que hacen posible abordar un fenómeno territorial complejo vinculado íntimamente a la actividad humana. Dichas claves comienzan analizando la "auto-construcción" que le da forma y el método del "ensamblaje". Siguen con su posición en el territorio, la parcela y el nivel y su singular interpretación de unidades como la parcela, la linde o la volumetría desde parámetros que cuestionan la normativa que se aplica hoy en día, continua analizando su forma de crecimiento y distribución de estancias como la cocina, la cabina y su relación con el horizonte. Sosteniendo el análisis emerge el concepto de 'lo salvaje' como un vehículo que permite traspasar a la arquitectura características que aparecen en el contacto humano-animal que estas cabañas extendidas propician. Recordándonos que 'lo salvaje' es una forma de potencia dispuesta a ser recuperada para la arquitectura dentro del proceso de emancipación social y que a su vez plantea cuestiones vitales al necesario debate arquitectónico sobre en entorno sostenible.