La Directiva Marco del Agua (DMA) obliga a los Estados de la Unión Europea a la necesidad de adoptar sistemas tarifarios que recuperen los costes del recurso agua, así como el establecimiento de políticas nacionales de precios que contribuyan al logro del objetivo de la Directiva: conseguir un uso sostenible del recurso agua.
En este contexto, las tarifas del agua deben emplearse como herramienta coadyuvante de control del consumo, buscando la eficiencia y el uso sostenible del recurso. Nuestro trabajo parte de la hipótesis de si el sistema tarifario actual se adecua, o no, a la realidad hidrológica española y a las necesidades actuales del sector de manera sostenible, conforme a los requerimientos de la DMA. Sabemos que los requisitos que debería cumplir este sistema para considerarlo adecuado son: a) que sea eficiente desde la perspectiva económica (que cumpla el principio de recuperación de costes); b) que lance una señal al usuario respecto a la escasez del recurso, para que haga un uso eficiente del recurso agua, optimizando el consumo; c) que sea sostenible, siendo necesario para ello evaluar el equilibrio entre los costes financieros, ambientales y del propio recurso.
Comenzamos el trabajo realizando un análisis Fuerzas Motrices-Presiones-Estado-Impacto-Respuesta (FPEIR) –más conocido por sus siglas en inglés Drivers-Pressures-State-Impact-Response (DPSIR)– para fijar las variables con incidencia en el consumo de agua de uso doméstico. Para, a continuación, proceder a un análisis estadístico inicial y comprobar la correlación de cada una de las variables elegidas y el consumo de agua. Posteriormente se realiza un análisis estadístico más avanzado, análisis de regresión para investigar y cuantificar la relación entre la variable dependiente o criterio (el consumo de agua) y las variables predictorias o independientes (resto de variables seleccionadas).
De entre los resultados obtenidos, destacar que aunque en todas las ciudades ha habido una clara subida de tarifas en el periodo analizado, ésta no ha servido para el objetivo de controlar el consumo ya que en ciudades con incrementos de precios similares, se han obtenido resultados muy dispares. Podríamos agruparlas en tres bloques, según el consumo, las que se encuentran sistemáticamente en valores superiores a la media (Sevilla), las que se encuentran en torno a la media (Bilbao y Madrid), y las que registran los mejores comportamientos (Barcelona y Ciudad Real).
La conclusión principal es la necesidad de adoptar un nuevo sistema tarifario, acorde a la situación hidrológica nacional (y a los requerimientos de la DMA), que contribuya a corregir las tendencias negativas observadas en este estudio.