Con la excepción de las cuestiones de seguridad vial, la práctica totalidad de la literatura científica sobre el conflicto entre fauna y carreteras se ha desarrollado desde el punto de vista de los impactos de las carreteras sobre las poblaciones animales. Sin embargo, la integración de las infraestructuras de transporte en los ecosistemas responde a una realidad más compleja, dependiente de las relaciones recíprocas que se establecen entre la propia infraestructura, las operaciones de mantenimiento de ésta, y la comunidad biológica del entorno. Por este motivo, resulta clave incluir la perspectiva de las compañías operadoras de autopistas en las estrategias de integración ambiental de las mismas.
Desde esta perspectiva se realizó una encuesta a empresas operadoras de 8 tramos de autopista (255 km) en España, dirigida a conocer mejor i) la tipología de problemas relacionados con la fauna a que se enfrentan los gestores de autopistas, ii) qué medidas de gestión se llevan a cabo, y iii) qué relevancia (en nivel de preocupación y presupuesto invertido) se le concede a la fauna en la fase de operación de estas infraestructuras. Los resultados muestran que la preocupación por la fauna, y el establecimiento de medidas de gestión es variable, siendo el atropello de fauna (100% de los casos, aunque con pocos accidentes), los daños en los vallados (50%), y la aparición de problemas en la estabilidad de taludes (50%) y el firme (12%) los más frecuentes. Además, se ha comprobado que la tipología y gravedad de los problemas difiere entre tramos en función del paisaje atravesado, con un contraste muy marcado entre autopistas en entornos periurbanos y aquéllas en áreas menos perturbadas. Las empresas adoptan una serie relativamente amplia de medidas de mitigación y gestión relacionadas con estos problemas, cuyo coste económico evalúan como muy bajo (62%) o medio (38%) y para las que en general no se analiza su efectividad.
En este contexto, el 38% de los encuestados considera que se generan daños a la imagen de la compañía y el 50% piensa que es necesario poner en marcha nuevas medidas para mitigar los problemas detectados. En conclusión, existe una disposición en las compañías operadoras de autopistas para disminuir el conflicto entre las carreteras y la fauna, y se detectan una serie de medidas que servirían para esta mejora. Entre ellas, destaca la necesidad de realizar una monitorización de la efectividad de las medidas correctoras, y aplicar procedimientos de manejo adaptativo para minimizar los efectos de la infraestructura sobre la fauna.