Uno de los aspectos claves dentro de la arquitectura sostenible es realizar la medición de los impactos que se producen a lo largo del ciclo de vida del edificio, desde la etapa de fabricación y obtención de materias primas hasta la demolición y reutilización de los materiales. Las declaraciones ambientales de producto (DAP) son la herramienta que permite tener una visión global y sencilla sobre aquellos productos que realmente serán el motor del cambio hacia una arquitectura sostenible.