Se analiza la investigación científica realizada por empresas españolas orientada al desarrollo de tecnologías y sistemas energéticos ambiental y económicamente sostenibles. El estudio evidencia el valor estratégico de esta investigación en un momento especialmente delicado de la economía. Los indicadores obtenidos y analizados en este estudio pretenden servir de referencia a posibles actuaciones o políticas de transferencia de conocimientos, tecnología y know-how en un escenario económicamente adverso al sistema español de I+D y donde se impone la necesidad de identificar y optimizar los recursos que realmente puedan ser movilizados hacia iniciativas de mercado. El estudio considera diferentes tipos de indicadores; por una parte los obtenidos al analizar la participación de las empresas españolas en el área temática de energía del 7PM y, por otra, su actividad patentadora.

España ha participado en 85 proyectos europeos de investigación (20 de ellos en calidad de coordinador) sobre Energía durante el periodo 2007-2011 (39% respecto al total de proyectos financiados en esta convocatoria), lo que le convierte en el sexto país con mayor número de participaciones y el segundo por detrás de Alemania con mayor retorno económico en esta convocatoria. En este sentido destaca como uno de los países con mayor participación y capacidad de liderazgo en proyectos relacionados con energía eólica, solar fotovoltaica y termoeléctrica, biocombustibles y redes eléctricas inteligentes.

Por el contrario, el análisis de las patentes de estas empresas, evidencia una escasa producción, representando un 17% de las patentes de la UE-15. El 66% de las 'patentes verdes' españolas pertenecen al sector empresarial y corresponden a los sectores hidroeléctrico, eólico y solar, representando el 3,3%, 2,27% y 2,20% respectivamente de las patentes europeas.

Pese al déficit en materia de patentes, España ocupa una relevante posición en tecnológica energética, en gran medida gracias a la elevada implicación de las empresas en I+D. Esto evidencia el potencial innovador alcanzado por este tipo de entidades, que ha servido para afianzar a España como uno de los principales referentes internacionales en tecnologías renovables.