En el proceso de diseño arquitectónico, una de las cuestiones determinantes es la relación del espacio interior con el medio exterior a través de la envolvente. Esta piel es la encargada de regular y proteger térmicamente el interior frente a los cambios climáticos del entorno, facilitando la sensación de confort del usuario y disminuyendo de esta manera la demanda y consumo energético.
La doble piel es un elemento capaz de regular térmicamente y de generar unos espacios intermedios adecuados para ser habitados de forma pasiva. Sin embargo, el complejo funcionamiento de este sistema nos hace preguntar en qué medida podemos mejorar las condiciones interiores frente al exterior y con qué limitaciones nos podemos encontrar.
La presente publicación muestra los análisis realizados de la envolvente durante el proceso de diseño y su posterior aplicación en el proyecto ECO, prototipo del concurso Solar Decathlon del 2012, como ejemplo de edificación sostenible del grupo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura del Vallés (ETSAV – UPC).
El estudio, atendiendo siempre los requerimientos de confort del usuario, se desarrollará mediante simulación energética y analiza las ventajas y problemáticas que surgen al trabajar con doble piel.
Teniendo en cuenta a las características de los materiales (nivel de aislamiento, calor especifico, masa térmica, absorbancia, transmisión lumínica-térmica), protecciones solares, las ventilaciones, infiltraciones, puentes térmicos y aporte energético del usuario, se optimiza el modelo para poder dar respuesta a las demanda del usuario, presentando un conjunto de medidas y control del sistema que mejoran la eficiencia energética del edificio.
El objetivo es dar respuesta a las cuestiones básicas que se plantean en el momento de trabajar con espacios intermedios, zonas no climatizadas directamente mediante sistemas activos, que juegan un papel importante en el ahorro energético y cuyo comportamiento térmico está directamente relacionado con el funcionamiento de la envolvente del edificio.
Observando los resultados se comprueba que, mediante una regulación de la transmisión y protección solar, ventilación e infiltración del edificio, y con una adecuada elección de los materiales y el correcto proceso constructivo, trabajar con doble envolvente nos ayuda y permite absorber, si es necesario, y atenuar los cambios térmicos del exterior, mejorando las condiciones interiores.