El presente trabajo destaca la función social que debe cumplir una institución universitaria, como impulsora y trasmisora de valores para lograr crear procesos de aprendizaje y espacios de diálogo que faciliten la participación social, promuevan el cambio hacia sociedades más saludables, equitativas, justas y responsables, y fomenten la protección del medio ambiente y los recursos naturales.

Se destaca la gran oportunidad que ofrece la actual reforma universitaria que se lleva a cabo en las universidades españolas a través de la construcción del denominado Espacio Europeo de Educación Superior, para introducir formación y valores medioambientales a partir del cambio curricular hacia la sostenibilidad.

Consideramos que la educación ambiental en las universidades no sólo puede proporcionarnos conocimientos muy específicos para llegar a soluciones tecnológicas respetuosas con el entorno sino que, lo que quizás sea de mayor importancia, nos ayuda a desarrollar nuevos comportamientos, actitudes y criterios sobre el medio ambiente, constituyendo este hecho una acción preventiva de valor excepcional.

Este trabajo considera que la formación de los docentes en los principios que determina la sostenibilidad es el elemento clave para lograr introducir esta nueva dimensión en los planes de estudio.

Además, describe una experiencia llevada a cabo en la Escuela Universitaria de Ingeniería de Vitoria-Gasteiz de la Universidad del País Vasco, donde se han planteado las competencias transversales y específicas de una asignatura para intentar introducir la sostenibilidad en las actuaciones profesionales.