Desde Europa, los retos a los que la futura reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) se tiene que enfrentar los podemos agrupar en tres bloques: económicos, territoriales y ambientales. En el caso de los económicos se centran en la seguridad alimentaria y la competitividad del sector agrario. Los territoriales hacen frente a la revitalización de las áreas rurales y a la diversificación de la agricultura. Por ultimo el bloque ambiental se centran en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el agotamiento del los suelos, la calidad del agua y de aire y la conservación de los hábitats.

En el bloque ambiental el reciente termino greening cobra protagonismo, al tratarse de un conjunto de acciones propuestas como obligatorias para el apoyo de medidas ambientales a través de la totalidad de la UE, medidas que debido a la diversidad del espacio rural europeo no serán iguales para todos.

Entendiendo que Naciones Unidas define los sistemas ecosistémicos o servicios ambientales, como los beneficios que la gente obtiene de los ecosistemas, se establecerá como una de las medidas derivadas del greening, el pago por los servicios ambientales adicionales a los productos que ya tienen mercado. Este mecanismo consiste en la aplicación de transferencias monetarias o compensaciones en especie dirigidas a los proveedores de dichos servicios ambientales, con la finalidad de que esta compensación se destine a la protección, restauración o conservación de dichos ecosistemas.