La Cumbre Río+20, reconoce e impulsa, pese a las dificultades existentes, un indicador de crecimiento de las naciones, el denominado Índice de Enriquecimiento Inclusivo (IWI) que refleje mejor la riqueza real de los países y su capacidad futura de crecimiento, al incluir el uso y la disponibilidad de los recursos naturales, entre otros factores.
Esta idea es la que llevó al grupo a iniciar un trabajo entorno a este nuevo indicador de la riqueza que va más allá del PIB tradicional y que puede provocar que los gobiernos requieran a las compañías reportes sobre sus huellas ambientales y sociales.
El grupo de trabajo trató las implicaciones que el uso de este Índice puede tener en la formulación de los resultados de las empresas, empezando por valorar su posible intensidad y alcance.