Como se muestra en este caso del LUCIA, alcanzar el edificio CERO energía, superando la directiva europea 2010/31/UE sobre 'edificios de energía casi nula', requiere de variedad de estrategias, la primera de las cuales es la concepción bioclimática de la arquitectura del edificio. Se describe en este caso de estudio cómo se ha conseguido el edificio CERO energía, donde se han establecido, en este orden, el análisis de las posibilidades (culturales, económicas, energéticas) del lugar, el diseño bioclimático, los elementos pasivos, y posteriormente se han completado con los elementos activos basados en sistemas eficaces y energías renovables.
Se detallan con parámetros y cifras en este trabajo el alcance y los logros de estos elementos pasivos, entre los cuales la definición de la forma del edificio constituye un elemento fundamental, ratificándose de forma concreta la aportación de cada uno de ellos. Se analizan elementos como coeficiente de forma y compacidad del edificio, orientaciones, volumetría, tratamiento, disposición y dimensiones de los huecos de las fachadas y cubierta, creación de volúmenes para efecto de auto-sombreamiento, aumento de iluminación natural en el interior mediante dispositivos específicos, etc., que se han tratado de forma combinada e integrada para conseguir las mejores condiciones interiores de habitabilidad, de comodidad y bienestar para los usuarios, y con ello se han alcanzado los objetivos en materia económica y medioambiental, como son mejorar la sostenibilidad de la edificación y un alto nivel en la reducción de impactos en el entorno construido.
Se consiguen reducciones energéticas, desde la media de 218 kWh/m2año de demanda de oficinas en esta zona climática, a una demanda de 65,80 kWh/m2año en este edificio de laboratorios biomédicos, y producida con energías renovables, con lo que finalmente el edificio no produce emisiones de CO2. Se constata, como ya se sabía, que considerar el clima como elemento fundamental en la generación de formas en el edificio (arquitectura bioclimática), consigue mejoras sensitivas que tienen su reflejo inmediato en la limitación de la demanda energética y se obtienen las condiciones óptimas que permiten completarla con energías renovables en su totalidad. Primero es la arquitectura y después los sistemas. El edificio LUCIA es 'CERO energía', certificación energética A y opta a los niveles de más de cuatro hojas en VERDE y platino en LEED.